Mi primera clase de sexy dance fue
hace dos años. Durante un verano completo tomé clases con Mía Noel en la
Escuela D1 y fue algo totalmente nuevo, simplemente me encantó. Sonaba “Who run
the World?” y Mía nos repetía: Imagínense bailando en un video musical; el aire
del ventilador y ustedes son Beyoncé. ¡ACTITUD CHICAAAS, eso es lo más
importante!”. No conozco a profesor que no comparta este mantra sagrado en sus
respectivas clases. Ahora creo que esa sensación inmediata de fuerza y seguridad
fue lo que finalmente me enamoró de este estilo nuevo y particular.
Dianita Pacheco, nuestra auspiciada, antes de dictar su clase con su Yoyo Pants
No ha
faltado quien me queda mirando cuando menciono orgullosa que bailo sexy dance,
pocos son los que entienden lo que es cuando lo explico y la mayoría de las
veces queda esa mirada prejuiciosa. Tal vez sea así porque su concepto de sexy
dance es, en sus propias palabras, “el baile del tubo”; no se sorprendan no
todos conocen el mundo del baile.
El
Pole Dance, el baile en tacos y el sexy dance no son lo mismo, sin embargo
comparten el mismo objetivo: transmitir sensualidad y feminidad. Aclaro:
SENSUALIDAD. Lo sensual y lo sexual tiende a confundirse y de ahí generalmente
nace el prejuicio de que el sexy dance es un estilo vulgar. Lo sensual es
sofisticado y elegante, eso lo hace provocativo; pero lo sexual es llevarlo al
morbo. Para bailar sexy dance uno debe conocer los límites y las formas, uno
transmite sensualidad sintiéndose cómodo con lo que hace y en su propia piel.
Una persona segura de sí misma es atractiva a los demás y llama la atención.
Nuestros auspiciados: Sandra Begué y Luis Chato Mendoza dictando sus clases de Sexy Dance
PERO ¡¿Qué
es el Sexy Dance?!
Quise
informarme pero el concepto no está definido por completo. Sin embargo (y
gracias a una notanpequeña conversación con David Machicado, profesor de sexy
dance hace cuatro años), pude concluir que es un newstyle pero no es un género:
es un estilo. El sexy dance utiliza lo técnico de street jazz, una expresión
artística estilizada, más no se centra como éste en lo coreográfico sino que
busca resaltar la actitud sensual del bailarín. No se trata del tipo de pasos
que haces sino de la forma en que los bailas; se necesita definitivamente de
una actitud sensual y segura.
David Machicado en poses durante sus clases de Sexy Dance
“For
me it's not "sexy dance" it's freedom dance... A class where we can
all be free and dance with our soul. We as woman are powerful and magnificent
just by being a woman and my class is a time where we can express the true
beauty on being a woman all while dancing in our heels and motivating one
another to excel to excellence.” Literalmente
en las palabras de una de las pioneras de este estilo en Estados Unidos:
Shirlene “MsKitty” Quigley. En sus clases de kittenkontrol (su propia compañía
de baile) propone a sus alumnas bailar con su toda alma, expresar la belleza de
ser mujeres y demostrar lo poderosas y magníficas que somos por el simple hecho
de ser mujer. Tuve la oportunidad de tomar sus clases y puedo decir con
seguridad que Shirlene está llena de buenas vibras, y transmite su amor por el
baile a sus alumnos de forma que la confianza en sí mismos aumenta en
proporciones gigantescas en el par de horas que dura la clase.
Shirlene “MsKitty” Quigley, pionera de este estilo y directora de la compañía Kittenkontrol
Claramente mi cara lo dice todo
El sexy dance es
toda una experiencia. Su objetivo es desarrollar la actitud a través de la
danza, olvidando el miedo a la sensualidad y reforzando la confianza en sí
mismo. Ésta se construye con el tiempo y la práctica como cualquier disciplina.
Como en cualquier
otro estilo, la ropa del bailarín debe de ir en sintonía con lo que hace. Seguro,
sexy, cómodo y femenino: así es el sexy dance, y como se caracteriza por movimientos
de mujerts, nos dimos cuenta que la mejor opción para bailarlo son nuestras
leggings. Ya sean de lycra o algodón, éstas caen perfectas para practicar este
estilo; otras chicas prefieren los chachis o los shorts y le suman los tops o
los bvds. Estamos felices porque optan por llevarnos a sus clases, nos
demuestran que están cómodas y sexys con nuestro estilo shangonero.
Personalmente, no estoy cómoda si no voy vestida de acuerdo al estilo que bailo
( siempre hablo por mí (Mafer Mendoza) y por lo que veo en clases, no soy la
única), por eso Shangó siempre me acompaña a mis clases de sexy dance. Te
sientes motivada y cómoda, y así se ve a los ojos de los demás.
Danvy Park en actitudes Shangó
Finalmente se trata de eso, verte al espejo y bailar seguro de lo que haces y cómo lo haces. Todos debería intentarlo por lo menos una vez, es divertido y a nadie le cae mal sentirse seguro, fuerte y poderoso; además a quién no le gusta sentirse sexy?
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